Cómo identificar si estás sufriendo mobbing

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Identificar el mobbing para la persona que lo sufre es muy difícil. La palabra mobbing define un hostigamiento psicológico continuo en el trabajo. Pero cuando empiezas a pensar que quizá eso es lo que te está sucediendo, enseguida te asaltan dudas como estas: ¿Seré yo, que tengo la piel muy fina…? ¿Es mi imaginación…? ¿Soy un desastre en mi trabajo…?

Esta duda y otras son comunes a las víctimas de acoso laboral. Trataremos de ver qué línea delimita lo que es mobbing, para que tú mismo establezcas si es lo que estas viviendo en tu puesto de trabajo. Vamos allá.

Cómo se llama lo que me está pasando…

Acoso moral, acoso laboral, acoso psicológico laboral… Todos los términos hacen referencia a un mismo problema, sobre el que seguro que has leído ya… Y ese problema se está haciendo tan grande en sociedades modernas que el sinónimo de mobbing que empieza a desbancar al resto es psico-terrorismo laboral.

Y es que los efectos del acoso en el trabajo son tan devastadores como los del terrorismo: lo que empiezan siendo experiencias frustrantes y cierto aislamiento, termina teniendo un resultado demoledor sobre la autoestima de la víctima, una autodestrucción moral que lleva a algunos a quitarse la vida.  Por eso, si escuchas cualquiera de estos términos, que sepas que todos se refieren a lo mismo.

¿Por qué no estoy seguro de que sea mobbing?

Uno de los efectos que persiguen los acosadores es crear un grado extremo de inseguridad en su víctima. Y, además, el mobbing tiene mucho de sutil y perverso. Precisamente, una de las últimas definiciones que la Unión Europea ha acuñado para este fenómeno hace referencia a que los ataques sistemáticos pueden ser directos o “indirectos”.

Siendo un fenómeno que se da, mayoritariamente, en el sector servicios, los ataques que identifican el mobbing suelen ser indirectos, algunos de ellos tan sutiles como la omisión del saludo, no hablar a la víctima o ridiculizarle con gestos.

Además, las acciones de mobbing están perfectamente estudiadas de antemano: el hostigador pone en marcha una maquinaria demoledora para cuestionar a la víctima y desacreditarla, y no lo hace improvisando.

Pero, sobre todo, no puedes identificar estar siendo víctima de mobbing porque no puedes creer lo que te está pasando. Solo sabes que tienes un estado constante de alerta, que quizá no duermes bien o has perdido el apetito, sufres cansancio, migraña, problemas digestivos… Y que estás sufriendo un daño psicológico que afecta a los más sólidos cimientos internos que puede tener una persona…

Guía para detectar si te hacen mobbing en el trabajo

  1. Alguien se dirige hacia ti habitualmente de malas maneras.
  2. Sientes que tu opinión no se tiene en cuenta
  3. Percibes que va mermando la información que recibes para hacer tu trabajo, o que llega a ti “con ruidos” o incompleta.
  4. Has dejado de ser invitado a reuniones, no te llegan los mismos dossieres que antaño, o no te ponen en copia de comunicaciones como antes.
  5. Te han asignado funciones inferiores a las que te corresponden o, por el contrario, no te dan trabajo.
  6. Te prohíben hablar.
  7. Te han marcado metas elevadas para el tiempo y recursos que tienes para alcanzarlas.
  8. Estás siendo objeto de rumores.

Si te identificas con algunas de estas situaciones, es muy posible que estés siendo víctima de acoso moral en el trabajo: busca ayuda.

Lo que no es mobbing: Acoso sexual, estrés, burnout…

Conviene diferenciar el mobbing de otros riesgos psicosociales en el trabajo, porque hay rasgos comunes que pueden llevar a confundirlos.

Mobbing frente a estrés laboral

Lo que diferencia al mobbing del estrés laboral es la naturaleza malintencionada del primero. Mientras que el estrés responde a un conjunto de factores y puede afectar a la salud física y emocional, el mobbing está ligado a las relaciones interpersonales y es un fenómeno que busca siempre el menoscabo de la dignidad de la persona, es decir, dañarle en lo más profundo e íntimo de su ser.

Mobbing frente a burnout

La despersonalización del trabajo que caracteriza al burnout hace identificar a usuarios y clientes como enemigos. En el mobbing, los agresores pertenecen a la organización.

Mobbing frente a acoso sexual

El fin que persigue el mobbing es aislar a la víctima mediante un gran daño psicológico y conseguir que abandone su puesto de trabajo, mientras que el del acoso sexual es intimidarle para conseguir un favor de tipo sexual. Sin embargo, no hay que perder de vista que el acoso sexual puede terminar en mobbing cuando el agresor es rechazado.

 

¿Hay una víctima ‘tipo’ de mobbing?

En contra de lo que se pueda pensar, las víctimas de acoso moral no son personas débiles. Cualquiera, hombre o mujer, sin importar la edad, puede ser víctima de mobbing, si bien es cierto que se ha detectado una incidencia mayor en mujeres de más de 40 años.

Si eres una persona trabajadora, motivada, inteligente y tiendes a pensar de forma independiente, de hecho, eres más propensa a ser víctima de mobbing. ¿Sabes por qué? Porque tu perfil brillante y decidido es percibido como una amenaza por el agresor.

Lo que sí está identificado son las empresas que son caldo de cultivo de mobbing: aquellas donde hay una mala organización del trabajo y donde no existen los métodos de resolución de conflictos.

 

Cómo podemos ayudarte en Cecops

En Cecops sabemos cómo detectar los riesgos psicosociales en las empresas y resolver los problemas más acuciantes. A personas como a ti, que dudas de si estás sufriendo acoso moral o mobbing en tu trabajo, también podemos prestarte ayuda psicológica para identificar el mobbing  para que puedas sobreponerte a los daños emocionales que ha dejado en ti y evolucionar a nivel laboral. Solo tienes que llamarnos y concertar una cita para que podamos evaluar tu problema y ayudarte a resolverlo. Te esperamos.

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