Saber qué es la ansiedad puede ayudarte a identificar esa preocupación constante que te impide relajarte, ese nerviosismo o angustia ante cosas que no llegan a suceder, pero que tú ya has adelantado mentalmente… Si reconoces alguna de estas situaciones, quizá estés viviendo la vida con ansiedad, y generándote un sufrimiento innecesario que te impide progresar. Por eso vamos a ponerle nombre y a explicarte en qué consiste, porque quizá esté suponiendo para ti un desgaste emocional innecesario.
Para saber qué es la ansiedad, ponte en esta situación…
Algunos definen la ansiedad como miedo, otros como sensación de irrealidad o descontrol, algunos como irritabilidad constante…
Pero este ejemplo puede ayudarte a entender qué es la ansiedad:
Imagina que estás ante un peligro y tienes que dar respuesta inmediata. Todos tus sentidos se ponen en estado de máxima alerta, preparándose para actuar. Si la amenaza es real, entonces has desarrollado un “miedo saludable”, el que te ayuda a entrar en acción. Pero si el peligro es algo que simplemente has adelantado en tu cabeza, entonces se ha detonado una respuesta desproporcionada ante una situación percibida como comprometedora que no era real.
Ahora imagina que esto te pasa frecuentemente en tu vida… Agotador, ¿no crees? Pues así se siente una persona con ansiedad: emocionalmente agotada. Tanto que, si la dificultad persiste por mucho tiempo o evoluciona a más, puede llegar a ser altamente incapacitante. De ahí la importancia de aprender a identificarla. ¿El premio? Disfrutar de la vida sin este pesado lastre.
Cómo piensa una persona con ansiedad
Una persona con ansiedad está haciendo una interpretación de la realidad equivocada al analizar las situaciones de la vida cotidiana y en sus conductas habituales. Esa distorsión le genera sentimientos de ansiedad y miedo, que devienen en pensamientos negativos, y estos a su vez desencadenan más preocupación… Al final, es un bucle emocional que pesa mucho en su vida impidiéndole vivir en armonía.
¿Se puede reconducir la ansiedad?
Sin duda, claro que se puede reconducir. No tenemos que olvidar, y esto es importante, que la ansiedad es una emoción, una emoción que nos prepara para la acción, nos alerta de los peligros, sin ella no podríamos sobrevivir como especie.
Tenemos que imaginar que la ansiedad sería como el timbre de la puerta, “alguien llama a la puerta” inmediatamente pensamos ¿Quién podría ser?: el vecino, mi pareja, amazon un ladrón, etc…
Qué quiero decir con esto, pues que ya depende de nosotros hacer las interpretaciones correspondientes a ese estímulo que ha disparado nuestra ansiedad. A todo esto, tenemos que unir una serie de desencadenantes que pueden crear lo que yo denomino la “tormenta perfecta” y que no es más que un cúmulo de circunstancias que hacen que la persona este más o menos receptiva a estímulos.
La buena noticia es que, en cualquier caso, la ansiedad se puede superar.
Hoy día existen varias formas de “desactivar” la ansiedad con la ayuda de especialistas. Para muchos profesionales de la psicología, entre los que me encuentro, si tienes ansiedad es fundamental que aprendas a reconducir los pensamientos negativos. Así, al cambiar tu forma de pensar, también tiendes a sentirte mejor.
Y como ocurre con casi todo, con la práctica y las herramientas necesarias, y sabiendo ya qué es la ansiedad, vas a aprender a desarrollar un patrón que se active de forma natural cada vez que sientas que la angustia y las preocupaciones se desencadenan de forma irracional.
Cómo puedo ayudarte
En mi experiencia como psicólogo en Madrid, he ayudado a muchas personas con ansiedad a revertir sus dificultades, empleando la metodología cognitivo conductual.
Con este método trabajaremos juntos en la identificación de la situación que provoca ansiedad, aprendemos a reinterpretar de nuevo lo que desencadena malestar y pondremos en marcha un plan de acción, con unos objetivos, que después evaluaremos.
Explicado de forma muy básica, el método se basa en tres ideas:
- Las personas nos sentimos tal y como pensamos.
- La ansiedad es una emoción y como tal tenemos que conocerla, identificarla, sentirla y los más importantes saber interpretarla.
- Cambiando nuestra manera de pensar, también podemos cambiar la forma en que nos sentimos y alcanzar el bienestar emocional.
A partir de ahí, el trabajo lo desarrolla la propia persona, ya que mi papel es el de acompañarle y ayudarle a identificar, primero, y luego interpretar y reconducir las situaciones que le provocan malestar. En algunos casos, la ansiedad se manifiesta en el trabajo, otras veces en el entorno familiar, y en la mayoría de las ocasiones, el problema que se originó en un ámbito de la vida, termina repercutiendo en otros…
Y si cambio mi forma de pensar, ¿me siento mejor…?
Simplificándolo mucho, sí, se puede decir que es así. Pero es muy probable que no sepas hacerlo solo y necesites ayuda profesional. Identificando el problema a tiempo, es más fácil que en otros casos. A algunas personas les basta un taller para aprender a afrontar la ansiedad… Otras, sin embargo, necesitan atención personalizada: Un número reducido de sesiones suele bastar para que aprendan a identificar qué es la ansiedad, si es eso lo que les causa una tensión innecesaria y cómo afrontarla cuando se desencadene.
¿He conseguido disiparte las dudas? ¿Esperabas una explicación más compleja, sofisticada?
Cómo iras viendo a medida que me conozcas, me gusta hacer lo difícil fácil y los fácil sencillo, ¿Cuál es el objetivo? Ayudarte a mejorar, a encontrar tu bienestar. El ser humano esta programado para estar en situación de bienestar, en calma, relajado, simplemente tenemos que encontrar el desencadenante que nos activa ese malestar que no nos deja estar en calma, relajados.
Puedes seguir este enlace para saber si necesitas ir al psicólogo.